domingo, 24 de julio de 2011

Algún día

Acabo de empezar y me cuesta mucho pillar buenas olas.

Se me pasa la vida mirando al horizonte esperando una buena. Muchas pasan y ni me entero hasta que no las tengo encima, otras no valen la pena.

Ahí parece que llega una. Te preparas en la tabla. Centrate bien tumbado para no balancearte. Empieza a nadar para coger un poco de velocidad, pero mira hacia atrás de vez en cuando para ver por donde va la ola.

Sentirás como se inclina la tabla hacia delante, pero tranquilo, eso es que ya la tienes encima. Puede que tengas algo de vértigo cuando la tabla se empieza a acelerar, pero no le tengas miedo, es el momento. Levanta tu cuerpo apoyando las manos en la tabla a la altura de los hombros. Si eres goofy adelanta un poco el pie izquierdo hasta apoyarlo en la tabla firmemente; en el caso de regular, como yo, el derecho. Hay que ser rápido para no desestabilizarse y caer. Adelanta rápidamente el otro pie hasta el corazón de la tabla entre las dos manos al tiempo que las levantas.

Mantén la espalda erguida y las piernas flexionadas manteniendo el equilibrio con los brazos.

Ahí lo tienes... ¡MIERDA!

Te caiste. Ten cuidado al salir del agua no te golpees con la tabla... Ya duele. Bastante, jode mucho. Habías pillado bien esa ola, pero la perdiste. Se fue. Lejos. Y no volverá.

Todo lo que has esperado, por una que pillas, y finalmente se va.

Algún dia pillarás una ola que puedas surfear hasta el final. Algun día...


miaaaaauuu

1 comentario:

Cooper dijo...

Termodinámicamente sería imposible pillar una ola que puedieras surfear hasta el final. A no ser que 1) te murieras antes de que se atenuara o 2) la realización de trabajo externo hiciera que la ola se propagara hasta el día de tu muerte.

Las olas son como los trenes, a veces se pierden. Desgraciadamente, su hipnotismo nos impide ver el resto del mar.