martes, 2 de marzo de 2010

(III)

La primera parte, como ya te he dicho antes, trata sobre dos jóvenes que se conocen en un tren. Él es americano, y ella parisina. Pasan una noche inolvidable en Viena y se separan con la ilusión de volver a verse. La segunda parte, también ambientada en una ciudad europea con encanto, se encuentran de nuevo casi diez años después en París. Espero que no sea un mal presagio, solo eso.


Sábado 30 de Enero de 2010 - 5:39 p.m.

Recuerdo estar viendo esa película en el ordenador de mi habitación y la luz del sol anaranjado reflejada en una ventana del edificio de enfrente entrando por mi ventana iluminando la pared derecha dando así vida al cuarto nublado de soledad. Esa película con esas mismas luces tocaban mi corazón llenándolo de calor.

Una llamada. Pause. “¿Sales hoy? Hemos triunfado los dos.” “Pues entonces hoy me toca a mí, ¿no?” “A las 11:30 p.m. en Tribunal.” “¡Allí estaré!” Play.

Allí estaba yo, preparado para una noche más por los bares de Madrid. Allí estaba. Una vez más, esperando a Vicente a que llegase. Esperando lo no esperado.